La extradición y el reciente caso del doble crimen de Cuenca

Fotografía: EFE

El pasado 12 de agosto, todos los medios de comunicación se hicieron eco de la trágica noticia: se habían hallado los cadáveres de las dos jóvenes desaparecidas seis días antes en Cuenca.

A partir de entonces comenzaron a sucederse una serie de acontecimientos, cuyo primer capítulo, el de la identificación y puesta a disposición judicial del presunto autor del crimen, ha concluido esta misma semana con la ratificación de la orden de extradición a España de Sergio Morate.

Pero, ¿sabemos qué es la extradición? La mayoría seguro que lo sabéis: la extradición es el instrumento jurídico que permite que un Estado pueda solicitar a otro que le entregue a una persona que ha sido detenida en este país.

La clave para que un país pueda solicitar de otro la extradición de un delincuente es que el delito cometido le corresponda ser juzgado a los Tribunales del país requirente. Es decir, lo importante es que el Estado requirente tenga competencia para enjuiciar el delito.

Esto es lo que ha sucedido en el caso del doble crimen de Cuenca que, al haber sido cometido en territorio nacional, se cumple así el requisito establecido en el artículo 23 de la Ley Orgánica del Poder Judicial para que le corresponda resolver el caso a la jurisdicción española.

En el caso de la extradición rige el principio de reciprocidad que, coloquialmente, viene a traducirse en “Yo hago esto si tú harías lo mismo en la misma situación”. Por ejemplo, si Nigeria solicitara a España la extradición de un delincuente buscado en Nigeria, pero que físicamente se encuentra en España, atendiendo a este principio de reciprocidad España concedería la extradición solicitada si Nigeria a su vez hubiera hecho lo mismo en el caso inverso (es decir, si hubiera sido España quien solicitara a Nigeria la extradición de un delincuente).

Para ello, España analizaría la legislación nigeriana y los Tratados Internacionales, para conocer si en una situación similar, Nigeria concedería la extradición solicitada por España.

Pero resulta que entre España y Rumanía se aplica el procedimiento simplificado de extradición entre los Estados miembros. En el caso que nos ocupa, puesto que Sergio Morate había huido a Rumanía, su extradición era solo cuestión de días, aunque el proceso se alargó debido a que Morate presentó un recurso contra la orden de extradición inicialmente acordada por la Justicia rumana.

Sin embargo, la Alta Corte de Casación y Justicia de Rumanía ha considerado infundado dicho recurso, ratificando así la extradición a España del presunto autor del crimen quien, finalmente, responderá ante la Justicia española.