La consolidación de la Integración Social en las administraciones públicas
- La Integración Social adquiere cada vez más protagonismo en las Administraciones Públicas, que se ve reflejado en el aumento de plazas año tras año y en un contexto social más inclusivo.
- ¿Qué trabajo realiza un integrador social? ¡Te lo explicamos!
Tabla de contenidos
La Integración Social está en plena evolución, crecimiento y consolidándose cada vez más en las Administraciones Públicas.
Los últimos 20 años han sido, en nuestro país, la historia del avance de la diversificación, especialización y evolución de la intervención social profesionalizada. El grueso de las actuaciones en acción social, que hasta finales del siglo XX se concentraban en la iniciativa privada encarnada por el tercer sector, o bien por un modelo de intervención desde la Administración tendente a la uniformización y al exceso de burocratización, ha abierto sus puertas a la adaptación a las muy diversas y cambiantes necesidades de la población.
Claves del crecimiento y consolidación de la Integración Social
Hoy en día, la Integración Social no se ve limitada en el horizonte sino más bien al contrario. No se prevé, a simple vista, un final cercano para la evolución y progreso de esta materia. Es más, los procesos de intervención social se están enriqueciendo en un doble sentido.
Por un lado, cada vez existen más tipologías de intervenciones, buscando un mayor grado de adaptación a las circunstancias de cada persona usuaria o incluso potencialmente usuaria. En la actualidad, existe una amplia gama de servicios que, articulados entre sí, se alían según necesidades, para dar cobertura a casuísticas muy cambiantes y difíciles de encorsetar. Porque la realidad social no es constreñible. Las propias Administraciones ya se han dado cuenta de esto, y esta línea, que apuesta por dar solución ajustada en base a la combinación de respuestas posibles, va a ser la que marque la evolución de la intervención social.
Se encuentran diversos datos que respaldan la idea anterior:
La diversidad de disciplinas, con diversas funciones y tareas que está provocando el engrosamiento de equipos, recursos y centros de servicios sociales de diversos tipos.
El aumento de coordinaciones y de la interdependencia entre recursos y equipos.
El aumento del uso de conceptos hasta hace poco novedosos en los servicios sociales profesionalizados como el trabajo en red, la programación centrada en la persona (y no en el servicio), la resolución de los conflictos y la mediación, entre otras muchas opciones.
Por otro lado, dicho aumento en las tipologías de intervenciones se une a un aumento de estas y de los ámbitos de actuación de las mismas. Así, la intervención desde los clásicos centros de servicios sociales comunitarios, de atención primaria o básicos, se ha enriquecido con diversas figuras profesionales (psicología, educación social, integración social…), pero también con más servicios sociales especializados, con más prestaciones para diversas casuísticas y también con nuevos ámbitos para la intervención.
Y esto se entiende mejor con ejemplos:
- Cada vez más Comunidades Autónomas cuentan con la presencia de la educación no formal (protagonizada por la educación social y también, cada vez más, por la integración social) en sus centros escolares, tanto de educación infantil como de primaria y secundaria.
- La integración social ya está integrada, no sólo en los tradicionales servicios sociales, sino en servicios de empleo, en centros para personas con discapacidad, en materia de igualdad de género y de prevención y tratamiento de la violencia de género, en centros y pisos para menores, entre otros.
Un contexto social más inclusivo
Toda esta evolución en tema social ha encontrado en “lo inclusivo”, el necesario trampolín, refuerzo y leiv motiv para profundizar en fórmulas interventivas que realmente aportan soluciones ajustadas a las nuevas necesidades y a la enorme amalgama de nuevas realidades, cada vez más diversificadas y singularizadas, existentes en el contexto social que nos rodea.
Dichas necesidades van a continuar creciendo, evolucionando y cambiando. La integración social, como disciplina, ha llegado para convertirse en el hecho diferencial que permite ya a todo tipo de administraciones plantear más y mejores vías de mejora de la calidad de vida a su ciudadanía de todo tipo y condición.
En la actualidad ya se entiende que todo Estado de Bienestar ha de velar por un concepto de salud integral, por una idea de prevención con mayúsculas, por el desarrollo personal, grupal, comunitario y social de la ciudadanía, por la atención a cada necesidad, eso sí, bien contextualizada, por el desarrollo y profundización, en definitiva, del concepto de ciudadanía y de participación, y de una sociedad que ha de caminar hacia lo inclusivo.
Evolución de las plazas públicas de Integración Social
Los datos nos confirman que la figura del Técnico de Integración Social no es una “moda” pasajera ya que nos muestran que el crecimiento de las plazas públicas de integración social ofertadas y/o convocadas en el año 2022, para muy diversos tipos de recursos, prácticamente duplicaron a las de 2021. Las de 2023 triplicaron, y más, las de 2022 y en mayo de 2024 ya estaba superada la cifra de plazas de 2023. Estas plazas se ofertaron en todo tipo de administraciones para cubrir cada vez más tipologías de servicios diferentes y de ámbitos diversos.
¿Cuál es el sueldo de un Técnico de Integración Social?
Para acabar de testear la importancia creciente de la Integración Social en la sociedad actual y, en concreto, en las diversas Administraciones Públicas, veamos un dato muy revelador: los salarios y retribuciones asignadas al Técnico de Integración Social en las instituciones públicas.
Esta remuneración también ha crecido armónicamente con la valoración hecha de la importancia de su concurso en los servicios sociales. Así, y aunque hoy en día dichas retribuciones son aún muy variables por Comunidades Autónomas y por ámbito administrativo (local, autonómico, etc.) nos movemos en cifras de salario neto de entre 1.200 y 2.000 €/mes, con 14 pagas, más complementos, lo cual es, sin duda, un buen síntoma de la valoración social de la profesión.
La Integración Social como disciplina ha venido para quedarse y también para transformar la estructura de las propias intervenciones tal y como eran concebidas. Es un proceso imparable, afianzándose con su propia metodología y en cada Administración para proporcionar soluciones reales y explorando nuevas vías de colaboración, de participación y protagonismo de la ciudadanía para mejorar su calidad de vida.
Por MasterD
3 respuestas a La consolidación de la Integración Social en las administraciones públicas
Por el incremento de plazas que se convocan parece que es un perfil cuya valoración va en aumento.
responder¡Qué bonita profesión!
responderQué buena noticia que las Administraciones contraten profesionales que mejoren la cobertura de los servicios sociales de una sociedad. Y que lo haga con plazas de calidad y estables... Es para alegrarse
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